El auto con el que Hitler pensaba superar los 750 km/h

Este vehículo alcanzaba una velocidad proyectada de 750 km/h gracias a su aerodinámica.

Era bien conocido que Adolf Hitler fue una persona obsesionada por los logros ciéntificos alemanes, uno de ellos fue la velocidad. Durante varios años, el líder nazi se obsesionó con crear un vehículo que sobrepasara (por mucho) la velocidad máxima de cualquier automóvil existente. 

Todo inició por un reto. El proyecto favorito de la famosa piloto alemana de autos Hans Stuck fue tomar el récord mundial de velocidad terrestre y convenció a Mercedes-Benz para que construyera un auto de carrera especial para el intento. Un reto bastante ambicioso. 

La piloto logró convencer a Adolf Hitler, quien ya era un fanático de los autos de carrera, de que apoyara el proyecto.  La construcción se inició en el año de 1937, mientras que el Tercer Reich nazi estaba en el apogeo de sus poderes. El diseñador automotriz Dr. Ferdinand Porsche se enfocó por primera vez a una velocidad de 550 km/h (342 mph), pero después del exitoso LSR de George Eyston y John Cobblas carreras de 1938 y 1939 la velocidad objetivo se elevó a 600 km/h (373 mph).

A finales de la década de los años 40, cuando el proyecto finalizó, la velocidad objetivo era mucho más alta de 750 km/h. A raíz de esto, y después de pasar por varios modelos experimentales, se logró fabricar el Mercedes T80.

Antes de eso, se había creado el Mercedes W125 con más de 700 caballos de potencia, un modelo que lograba alcanzar los 400 km/h. Sin embargo su desenlace fue desafortunado: durante una prueba, el piloto murió en un recorrido entre Frankfurt y Darmstadt. No obstante, esto no detuvo a Hitler para construir un modelo más poderoso, el T80. 

El auto tenía más de 8 metros de largo, tenía tres ejes con dos de ellos propulsados, pesaba más de 2.7 toneladas métricas (tres toneladas cortas ) y producía 3.000 caballos de fuerza. El ‘pájaro negro’, como le decía el mandatario alemán, alcanzaba una velocidad proyectada de 750 km/h  gracias a su aerodinámica.

Este sería el primer intento de obtener el récord absoluto de velocidad terrestre en suelo alemán, Hitler visualizó el T80 como otro triunfo propagandístico de la superioridad tecnológica alemana que será presenciado por todo el mundo, cortesía de la televisión alemana . El mismo curso de Autobahn ya había demostrado ser ideal para batir récords en las clases de menor capacidad, la británica Goldie Gardner había superado los 320 km/h en un MG de 1.500 cc.

La fecha fue establecida para el «RekordWoche» de enero de 1940 (Record Week), el día en que Alemania rompería el récord mundial de velocidad. Estaba ya todo planeado, el Mercedes T80 habría participado y arrasado si Alemania no hubiese iniciado la Segunda Guerra Mundial al invadir Polonia en septiembre de 1939. 

De haberlo hecho, aún tendría el récord de velocidad en vehículos con motor de pistones.

REVISTA TURBO