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¿El diésel empieza a «agonizar» en el continente europeo?

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En España, las ventas de los vehículos diésel en noviembre cayeron en más de 40% gracias a la polémica que ha generado el futuro incierto de este tipo de motores. Foto: Ingimage

No es un secreto que el diésel no está pasando por su mejor momento, en cuanto a reputación se trata.

Pareciera que todo empezó desde que Miguel Arias Cañete, comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía, señalara que la Comisión Europea planeaba estudiar la posiblidad de prohibir en España la venta de carros con emisiones directas de dióxido de carbono (CO2) desde 2040. Tratando de establecer si era «legal o no», diferentes sectores empezaron a tomar parte de la discución. 

No es un secreto que el diésel no está pasando por su mejor momento en cuanto a reputación se trata. El problema de contaminación en las principales ciudades capitales es cada vez mayor y la necesidad de reducir la emisión de material particulado en los automotres es cada vez mayor. 

Desde 2017, la legislación europea exige que los nuevos modelos probados según una combinación RDE de ciclos urbanos, interurbanos y de autopistas, no emitan más de 168 miligramos de NOx por kilómetro. A partir de 2020, este límite se reducirá a 120 miligramos. 

Sin embargo, pese a la constante regulación, aún no hay ningún otro país que haya fijado por ley la prohibición de vender determinados vehículos. «He oído declaraciones de Gobiernos y ministros de que en 2040 no se podrá acabar con los motores de combustión interna… pero no lo he visto plasmado en legislaciones», señaló Cañete, quien ha añadido que «habrá sectores en los que el motor de combustión interna deberá seguir y los fabricantes tendrán que ver cómo cumplen los objetivos de emisiones».

Existen diferentes ciudades, como Bonn y Colonia en Alemania, en las que ya se plantea prohibir los vehículos con tecnología Euro IV y Euro V durante la próxima década. La propuesta también se estudia en ciudades como Berlín, Stuttgart o Frankfurt. 

En España, las ventas de los vehículos diésel en noviembre cayeron en más de 40% gracias a la polémica que ha generado el futuro incierto de este tipo de motores. Sin embargo, la gasolina ganó terreno al aumentar cerca de 6 puntos porcentuales en sus ventas. 

El Gobierno español afirmó que ahora mismo la opción «más madura» para ese cambio es el carro eléctrico. Aunque subrayó que en el futuro «puede haber otras opciones», recalcó que el sector del automóvil es «fundamental» para la economía del país, por lo que recordó que una transición supone «ponerse de acuerdo en dónde se quiere llegar y luego ponerse de acuerdo en las herramientas que acompañen ese proceso de cambio».

Las marcas de la industria automotriz también han tomado sus posiciones frente al tema. Mientras marcas como Volvo (quien ya lanzó al mercado su primer modelo sin una versión diésel: S60) y Honda (quién aseguró que no venderá ningún vehículo diésel a partir del 2021) han defendido los proyectos que buscan prohibir los motores de combustión interna. 

Por otro lado, marcas como Citroën o Bosch han calificado este tipo de medidas como poco adecuadas. Si bien la marca francesa ha dicho que para 2023 ofrecerá el 80% de su gama con una versión electrificada y el 100% para 2025, también añadió que los motores diésel son muy fuertes para las marcas del grupo PSA y que su erradicación sería un golpe «muy duro».

Bosch, por su parte, ha manifestado que ha trabajado contrarreloj para desarrollar tecnologías que reduzan las emisiones de manera significativa. Actualmente, ha presentado tecnología diésel en la que algunas ocasiones se puede reducir los elementos contaminantes hasta en un 10% durante la conducción. 

La discusión sigue en Europa. Si bien España es el único país que se ha propuesto eliminar la venta de vehículos con sistema de propulsión a partir de combustión interna hasta dentro de 30 años, muchos aseguran que este tipo de motores, en especial el diésel, «tienen los días contados». 

REVISTA TURBO

 

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