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Así fue el primer accidente automovilístico de la historia

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Bridget Driscol murió en Londres por un vehículo que superó la velocidad máxima permitida en esa época que era  6.4 km/h. Foto: Quo.es

El año 1896 pasará a la historia desgraciadamente porque se contabilizó el primer muerto por accidente de tráfico de la historia.

El año 1896 pasará a la historia no sólo porque se impuso la primera multa sino porque, desgraciadamente, también se contabilizó el primer muerto por accidente de tráfico por un automóvil con motor.

El día 17 de agosto, Bridget Driscoll se encontraba junto al Crystal Palace, en Londres, cuando un vehículo, que aunque declaró que circulaba a 6.4 km/h, todo parece indicar que superaba esa velocidad, la arrolló cuando paseaba con su hija May.

El resultado fue fatal porque Bridget murió como consecuencia del accidente a la edad de 45 años e inició la enorme lista de fallecidos por accidente de tráfico que hoy sigue siendo uno de los problemas más graves del mundo.

PRIMERA MULTA DE TRÁNSITO

Era el siglo XIX cuando un agente impuso la primera multa de tráfico de la que se tiene constancia. La infracción fue por exceso de velocidad, al alcanzar unos 13 km/h cuando la limitación era a 3.2 km/h.

Walter Arnold era el propietario de un Karl Benz, uno de los primeros vehículos a motor del mundo; contaba con un propulsor de cuatro tiempos y un solo cilindro, pero ya era una de las novedades del momento.

El 28 de enero de 1896 Arnold transitaba con su flamante Karl Benz por su localidad, East Peckham, en el Condado de Kent, en el Reino Unido, cuando un policía se apercibió de que superaba la velocidad permitida. El agente salió raudo tras el vehículo con su bicicleta y sin problemas superó y paró a Arnold, que tuvo que pagar por la infracción. Una multa que hoy en día tendría una equivalencia de unas 60 libras (250.000 pesos colombianos).

En aquel tiempo, la legislación disponía un límite de velocidad de 3.2 km/h por hora en ciudades, pueblos y aldeas y 6.4 km/h en zonas no urbanas. Poco después, el límite máximo de velocidad aumentó a 22.5 km/h, y a partir de 1903 el Gobierno británico aumentó el límite a 32.1 km/h. Curiosamente, en 1930 se suprimieron los límites de velocidad para automóviles y motos, aunque sólo 4 años después las autoridades impusieron el límite de 48 km/h.

REVISTA TURBO / RAAC

 

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