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¿Cómo se le pone nombre a un vehículo?

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El mundo animal es siempre fuente de inspiración para nombrar los automóviles. Foto: Porsche Latinoamérica

Elegir los nombres de los carros es casi tan importante como elegir el de un hijo.

Cuando se habla de cualquier vehículo se le llama por su nombre, que carga consigo la personalidad de esa máquina de cuatro ruedas. Elegir los nombres de los carros es casi tan importante como elegir el de un hijo.

O por lo menos eso cree el equipo de diseñadores y mercadeo de las diferentes marcas que deciden, por ejemplo, por qué el deportivo Porsche Cayman lleva el nombre de uno de los animales más temidos en los ríos y pantanos del Centro y Sur de América.

Una decisión de familia

El nombre de un carro combina varios detalles, tanto estéticos como publicitarios.

Ricardo Ortega, gerente comercial de SKBergé, importador de las marcas Jeep, Dodge, RAM y Fiat en el país, explica que diseñadores y expertos en mercadeo construyen la identidad del vehículo y la palabra elegida es el resumen de esa identidad.

“Ellos piensan en qué se quiere transmitir y cómo se desea construir la identidad del carro. Saben que será el acompañante de la persona en su vida, lo que hace de ese nombre un elemento importante y un detalle que debe emocionar”, indica Ortega.

Para ello se inspiran en lugares, animales, motores, números y hasta plantas para llegar a ese nombre que reúna esa personalidad.

Por ejemplo, la SUV Jeep Durango hace referencia a una región ubicada en el estado de Texas, Estados Unidos. “Un lugar amplio, al aire libre, detalles que desea transmitir la camioneta. El lugar que inspiró a la marca para bautizar su vehículo”, agrega el gerente comercial.

Para seguir con los Sport Utility Vehicles, Renault presentó hace algunos años la camioneta Captur en Colombia. Su nombre, explicó Luiz Fernando Pedrucci, antiguo director general de Renault Sofasa, habla sobre la idea de capturar emociones y momentos. «Una SUV familiar».

Naturaleza y motor

El mundo animal es siempre fuente de inspiración para nombrar los automóviles.

Para el caso de la marca alemana de deportivos Porsche, es común ver animales en las calles, como por ejemplo el Macan. Significa tigre en el idioma indonesio. Se eligió porque evoca el felino al asecho y por el aspecto del vehículo que se basó en el tigre.

Porsche también tiene entre sus modelos a la Cayenne, la primera SUV de la marca. ¿Y su nombre qué significa? Pues salió de la flor de Cayena, muy de los climas tropicales y que representa en este caso “la belleza y el picante de la camioneta”. 

Pero así como se usa la naturaleza para nombrar a los autos, también se toman datos técnicos y numéricos para diferenciar a un carro de otro.

Tal es el caso de BMW, quien eligió nomenclatura numérica para identificar a sus productos. En los 60 asumió el cilindraje de los motores para darle nombre a sus carros. Es así como apareció el BMW 1600, así como el 1800, que hacían referencia a los centímetros cúbicos.

Ya en 1975 deciden reformar los nombres y aparecen los llamados Serie 3, número al que se le agregaban dos dígitos más para conformar el nombre, dígitos que hablaban del cilindraje del motor. Así aparecieron los 316, 318 y 320.

“Hoy en día no se hace referencia a la cilindrada, sino que conservando la misma nomenclaturase refieren a la potencia que produce el motor”, señala Juan C. Vargas, jefe de prensa de BWM.

Bautizar un carro es un proceso de pensar, como se hace con el registro de un niño en la notaría: es su identidad ante el mundo.

REVISTA TURBO / EL COLOMBIANO

 

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