Probamos el nuevo Fiat 500X: esto fue lo que encontramos
El precio de este vehículo en el mercado colombiano irá desde $79.990.000.
Heredero del Fiat 500 de 1957, producido en Polonia y comercializado en más de 100 países, el 500X aterriza en Colombia para participar en uno de los segmentos que mayor crece en el mercado, se desarrolló a partir de la plataforma del Jeep Renegade y comparte, adicionalmente, algunos aspectos técnicos.
Este crossover compacto de 4,27 m de longitud, 1,79 de ancho y 1,62 de alto, con distancia entre ejes de 2,57 m, tiene un estilo particular que refleja el lenguaje de la marca. Se inspira en el pequeño 500, aunque con más hormonas, pues luce más voluminoso, llamativo y con diseño cien por ciento italiano. El precio de este vehículo en el mercado colombiano irá desde $79.990.000.
Su diseño es expresivo con los típicos dobles faros redondeados, ícono reconocido a nivel mundial, barras cromadas con el logo de la marca incluido, tomas delanteras con moldura de plástico negro y un ski-plate en la versión AWD.
De costado, su estilo se expresa en una cintura ligeramente elevada con hombros anchos (como en el 500), pasos de rueda también con borde negro y rines bitono de 17 pulgadas. En la zona posterior incluye luminarias cuadrangulares con borde metálico y agrega protectores de color negro en la parte baja de la carrocería.
RENDIDOR Y SEGURO
El Fiat 500X se mueve gracias a un motor de buen empuje turbo Multiair, doble árbol de levas de 1,4 litros, disposición transversal que despliega 168 caballos de potencia a 5.500 rpm y un torque de 25,4 kg-m a 2.500 rpm. La transmisión es de nueve velocidades con mandos secuenciales. La versión 4×2, con el mismo motor, ofrece una potencia de 138 caballos a
5.000 rpm y un torque de 23,5 kg-m a 1.750 rpm con caja de seis velocidades.
Su desempeño es el más adecuado en la ciudad, aunque también se comporta bien en la autopista, gracias a una suspensión independiente tipo McPherson en ambos ejes. La dirección es de asistencia eléctrica y tiene un diámetro de giro de 11,06 m (ideal para maniobras en espacios reducidos), los frenos son de disco ventilados adelante y disco sólido atrás, con ABS y EBD.
Adicionalmente, el apartado de seguridad se complementa con elementos como el sistema de apertura de puertas y encendido sin llave, sistema ISOFIX, control de estabilidad, sistente
de arranque en pendientes, mitigación electrónica de vuelco, asistente de frenado y monitoreo de presión de las llantas.
ACOGEDOR Y CONFORTABLE
En nuestra prueba de la versión tope (la Limited 4×4), encontramos que el interior es afable, con materiales de buena calidad y un ambiente que combina elementos clásicos y modernos. El estilo del tablero de instrumentos incluye diseños ovalados y curvos, ideas innovadoras que lo hacen lucir muy dinámico y con cierto carácter deportivo.
La visión desde el puesto de conducción es buena, con mandos situados de manera intuitiva para una fácil manipulación. El cuadro de instrumentos ofrece un display LCD de alta resolución de 3,5 pulgadas, sistema de audio con pantalla táctil de 5 pulgadas, Bluetooth y sistema de conectividad de la marca Uconnect que funciona muy bien y acopla rápidamente los dispositivos.
Sin embargo, no cuenta con cámara de reversa, pero sí son sensores audibles de aproximación. Los asientos, espaciosos y envolventes, ofrecen confort y están tapizados con un tejido que combina tonos negro y gris. Se destaca el apoyacabeza, que se sale de las formas tradicionales y ofrece un diseño redondo.
La silla del conductor es regulable manualmente en altura y en distancia, apoyo lumbar con regulación eléctrica y respaldo reclinable. El techo corredizo eléctrico de doble panel le confiere un ambiente único.
El volante de dirección también incluye mandos con función manos libres y streaming de audio por Bluetooth, junto con EcoDrive y el sistema Uconnect. En la consola central se encuentran el freno de mano eléctrico, el selector de modos de conducción Control Mood Selector y, además, hay espacio para dos portavasos.
REVISTA TURBO
