Dos ingenieros crearon el carro del futuro en Buga, Valle
Este vehículo de fabricación nacional, está soportado en un chasis de un viejo Chevrolet Swift.
El sueño que tenían desde niños dos ingenieros electrónicos de la ciudad de Buga, de construir un “auto fantástico”, mejor que el que se veía en la serie de televisión de la época, se les hizo realidad.
Se trata de los hermanos Felipe y Francisco Prado, egresados de la Universidad del Valle, quienes lograron desarrollar un modelo único en el país, que no tiene nada que envidiarles a los autos inteligentes elaborados por las mejores fábricas de automóviles del mundo.
Es el ‘Prado Designe’, como han denominado su creación, en el cual invirtieron cinco años de trabajo y $180 millones en acondicionar este bello juguete que se ha convertido en la admiración de los bugueños.
Este vehículo de fabricación nacional, está soportado en un chasis de un viejo Chevrolet Swift, el cual los hermanos Prado cortaron y ampliaron para sostener un motor de otro carro de carreras de 1.300 centímetros cúbicos, que su antiguo dueño corría en las pistas de Cavasa.
Estos jóvenes emprendedores, que tienen un taller en el barrio Fuenmayor de Buga, en donde instalan equipos de sonido, accesorios, luces y alarmas a los vehículos, dedicaron sus ratos libres a construir un sueño que ya empezó a rodar por las calles de la Ciudad Señora.
Es un bello automóvil de suspensión automática, es decir, a través de un control electrónico, se pueden subir o bajar de manera independiente cada una de sus ruedas.
Su encendido es biométrico, para ponerlo en marcha se requiere de una de las huellas de sus propietarios, es un verdadero ejemplo de tecnología y emprendimiento.
Posee luces led y un equipo de sonido de 20.000 vatios de potencia que deslumbra a los amantes del audio car.
Por eso, la idea que tienen Francisco y Felipe Prado no es vender su creación sino llevarlo a eventos, ferias y exposiciones que se realizan en todo el país.
El diseño es propio y no representa copia de ningún vehículo del mercado y según sus creadores hoy tienen un automóvil exclusivo, sin réplica alguna.
Sus puertas laterales se despliegan hacia arriba automáticamente, a través de un sistema electrónico dando una sensación de nave espacial.
Otra de las novedades es que este auto fantástico criollo está dotado de cámaras de posicionamiento incrustadas en los espejos retrovisores y una más muy parecida a las que se utilizan en los equipos dron que le permite al conductor, a través de unas pantallas, observar el lugar exacto en el que se encuentra ubicado el automotor.
Asimismo, estos ingenieros electrónicos de la ciudad de Buga, lograron desarrollar una aplicación para utilizarla a través de la Internet en sus teléfonos celulares que les permite maniobrar el aparato desde cualquier parte del mundo.
“La idea que tenemos es seguir construyendo vehículos inteligentes a pedido de la persona que lo que vaya a comprar, carros únicos e irrepetibles”, manifestó Francisco, egresado de la Universidad del Valle, quien dijo que cada una de las partes de este vehículo, los bomperes, los estribos, fueron construidos por ellos mismos, “a punta de martillo”.
“Era construir y desechar el prototipo, en el camino íbamos haciendo las modificaciones”, afirmó Felipe Prado.
Fueron muchas las noches de desvelo, de trabajar en los días de descanso dibujando en el computador en tercera dimensión cómo iba a ser el vehículo de sus sueños.
Ahora, estos creadores bugueños van a empezar a trabajar en otro proyecto novedoso que está relacionado con modificar una motocicleta de alto cilindraje, para convertirla en una moto inteligente, la moto del futuro.
COLPRENSA / EL PAÍS
