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“El que da por detrás siempre paga”: cinco mitos de la conducción

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Entre los conductores se generan prácticas que por la fuerza de la costumbre se van convirtiendo en rutina y se aceptan como una verdad indiscutible. Foto: Freepik.es

Puede que usted esté aplicando alguno de estos conceptos y en lugar de hacerle un bien a su carro y su manejo.

Entre los conductores se generan prácticas que por la fuerza de la costumbre se van convirtiendo en rutina y se aceptan como una verdad indiscutible, especialmente en lo que tiene que ver con supuestos ahorros en el consumo de combustible y menor desgaste de las piezas del que componen los diferentes sistemas del carro.

O también están referidas a algunas situaciones que se presentan ya en la conducción como tal del vehículo y cómo deben afrontarse los retos que presentan las vías urbanas o las autopistas.

Por lo general conductores de muchos años son quienes con mayor énfasis recalcan y aplican estas supuestas recomendaciones. Se apoyan en su experiencia y en sus años frente al volante como el certificado que reviste de verdad sus afirmaciones, y ay del que se atreva a ponerlas en duda o mostrarles que pueden estar incurriendo en un error.

Muchas veces estas costumbres van pasando de boca en boca y de volante en volante, sin que quienes diariamente manejan un carro cuestionen o pregunten por su veracidad y por lo efectos que puede tener sobre la experiencia de conducción, e incluso sobre la seguridad de los diferentes actores que están interactuando en la vía.

¿Serán ciertos esos comentarios y esas prácticas al llevar un carro por la vía, que algunos dan como verdades reveladas e infalibles del mundo automotor?

Tres expertos en diferentes temas de conducción y de ingeniaría automotriz explican si estas prácticas, costumbres y frases hechas que los conductores van repitiendo entre sí tienen algún referente en la realidad o en la ingeniería que se aplica a la construcción y la operación de los automotores.

Puede que usted esté aplicando alguno de estos conceptos y en lugar de hacerle un bien a su carro y su manejo, termine perjudicado.

En definitiva, no todo lo que es costumbre tiene que ser lo correcto. En la práctica de conducción se ven algunos ejemplos de cosas que están mal hechas, aunque la gente crea que no:

1. “No se puede frenar cuando se está en medio del recorrido de una curva…” Para el también ingeniero y piloto de competencias Luis Aristizábal, esta costumbre está basada en hechos ciertos, “la teoría indica que se debe frenar antes y acelerar dentro de la curva dosificado y así es lo ideal, más aún en piso resbaloso.

Agrega el especialista en conducción deportiva que “yo recomendaría, primero, utilizar carros seguros, que ofrezcan las condiciones y la tecnología necesaria, y el segundo consejo es frenar en la recta, antes de la curva. En las carreras los pilotos suelen decir entre bien, para que salga mejor”, puntualiza este experto conductor. Aclara, también, que los carros hoy tienen tecnología que ayuda en estos terrenos a controlarse.

2. “Rodar en descenso con el carro en punto muerto es una estrategia de eficiencia de combustible…”. Para Juan Carlos Vargas, experto del sector, esto sí es cierto, “pero, en los descensos, conviene más sostener el carro con la compresión del motor y eso se hace bajando con la caja engranada. Además, sirve para no recalentar los frenos.

También al marchar en punto muerto, explica el portal circulaseguro.com, se puede perder la asistencia de la dirección, e incluso bloquearse esta y el servofreno, con lo que en una situación de emergencia no habría posibilidades de maniobrar.

Sin embargo, otros especialistas no aconsejan esa práctica, señalan que en neutra el carro requiere una inyección de combustible.

3. “Conducir de noche solo con los llamados cocuyos encendidos evita daños en la batería…” En este punto, el ingeniero Vargas es categórico: “Nada más falso”. En el único momento en que se usa la batería es cuando se enciende el motor o cuando se usa algún accesorio con el motor apagado. Sucede que cuando se suelta la llave del interruptor de encendido del automotor, una vez arranca el motor, se activa el alternador y se convierte en la fuente de electricidad para alimentar los distintos sistemas.

Además rodar en horas nocturnas requiere el máximo posible de visibilización por parte de otros actores en la vía y el uso de las luces de manera correcta para poder “ver y ser vistos”.

4. “Se ahorra gasolina cuando se conduce con el aire acondicionado apagado y los vidrios del carro abajo…”. Según el ingeniero mecánico Juan Carlos Vargas, si bien un carro a velocidad crucero (80 kms por hora) con el aire encendido puede consumir cerca de un 15 % más de combustible, no es conveniente apagar este sistema por seguridad.

Explica que el calor que genera el ambiente puede provocar que el habitáculo del carro aumente la temperatura afectando al conductor, y haciendo que no reaccione con claridad, de la misma manera que el efecto si tuviera un grado de alcohol en la sangre. Es decir que aunque sea verdad el ahorro no es conveniente apagarlo por seguridad en la vía.

5. “El que da por detrás siempre paga…” No es tan cierta esta afirmación que se volvió un lugar común cuando un choque de estas características se presenta. Las autoridades explican que son muchos los factores que se evalúan por los agentes de tránsito al momento de asistir un incidente de este tipo.

Cada situación es analizada por los agentes de manera particular y así lo consignan en su respectivo informe, que es evaluado por el inspector en el momento de la audiencia y es él quien determina si realmente la culpa fue de quien golpeó en la saga del carro o no para determinar la sanción.

REVISTA TURBO / EL COLOMBIANO

 

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