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Para tener en cuenta: seis normas implícitas de urbanidad vial

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En este contexto, unas mínimas y elementales normas que se podrían llamar de cortesía son importantes para que avanzar por la vía sea más seguro. Foto: Freepik.es

Estas son algunas de las pautas y recomendaciones de lo que se puede llamar cortesía al volante.

¿Una ética al volante? Para algunos puede parecer extraño unir esta palabra a la actividad de conducción, pero esta, como cualquier otra involucra un relacionamiento con otras personas y por eso la ética entendida desde la perspectiva que plantea Henry More, ‘el arte de vivir bien’, es decir sin inflingirse o inflingir perjuicios a otros, cabe como un elemento fundamental para rodar sin causar daños.

En este contexto, unas mínimas y elementales normas que se podrían llamar de cortesía son importantes para que avanzar por la vía sea más seguro. Esas normas, explicó Cesvi Colombia, son tan simples como aplicar las normas establecidas en el Código Nacional de Tránsito. 

Estas son un tipo de conductas aprendidas y por ello, explica, es importante que desde la edad escolar, a los niños comience a orientárselos en el correcto uso de las vías, no porque necesariamente vayan a manejar carro en su edad adulta, si no porque como peatones, o como usuarios de otros vehículos, la correcta interacción que tengan con los diferentes elementos que se encuentran en sus recorridos son un factor que brinda seguridad durante la movilización, y permite que esa interacción entre vehículos, peatones y equipamiento urbano sea menos traumática.

Hay varias pautas de lo que se puede llamar cortesía al volante. Le proponemos algunas:

1. Por favor, indique para dónde va. Para quien va conduciendo detrás de usted, o un peatón que quiere saber el rumbo que tomará un vehículo, esas luces intermitentes, llamadas direccionales, son una señal clara de respeto si le indica con ellas cuál es el sentido del giro que hará en un cruce, para así estar alerta, guardar distancia y tomar una decisión.

2. Circular y adelantar por donde es. Otra forma de irrespeto en la vía es usar mal los carriles, especialmente en las dobles calzadas, cada una con dos carriles, como las que operan en Colombia. Recuerda el ingeniero mecánico Juan Carlos Vargas que según la norma el carril derecho es para circular y el carril izquierdo para adelantar, y una vez se completa la maniobra se vuelve al derecho. Apropiarse del carril izquierdo sin sobrepasar y no dejar que otros realicen esta maniobra es también un ejemplo de falta de respeto por otros actores de la vía.

3. El pito no lo hace más poderoso. El pito, el claxón o la bocina opera como un elemento de seguridad, de alerta para otros que están en la vía en torno a la presencia de su vehículo.

Sin embargo, su uso indiscriminado es molesto. Su utilización en zonas residenciales, en vías que cruzan hospitales o zonas escolares está restringido para garantizar el bienestar de quienes habitan o hacen uso de estas edificaciones.

El problema con el pito es que algunos conductores creen que su uso les da más autoridad sobre otros usuarios. Cuando no se usa adecuadamente, puede ser muy agresivo.

Además de un uso moderado del pito y solo cuando es necesario, los expertos señalan la necesidad de estar siempre controlado. Los gritos y los insultos no solo son desagradables, además pueden generar que una situación de conflicto se salga de control y termine con consecuencias más graves que las inicialmente previstas.

4. Ser visible en la vía, pero no tanto. No solo es un acto de descortesía en la vía. Es sumamente peligroso. Circular en vías de una calzada y doble sentido con luces altas puede ocasionar un deslumbramiento para el conductor que viene en sentido contrario haciéndolo perder de vista el camino.

5. No adelantarse cuando está en una fila. No respetar el orden de una fila es uno de los comportamientos más molestos que existen, señala Deiby Johan Vargas, formador de conducción, y no sólo en una calle.

Por eso es importante respetar siempre el espacio en las filas en el trancón, en la carretera, en el semáforo. Prácticas como el llamado uno a uno, cuando se encuentran carros en una intersección que no esta señalizada es importante para mantener el tráfico fluido.

6. Circular por espacios permitidos. Andenes, caminos y otros lugares destinados para el paso de peatones no deben ser invadidos por otros vehículos. Evite ocupar las cebras peatonales.

En el mismo sentido, el parqueo del vehículo debe hacerse solo en los lugares permitidos por las autoridades de tránsito. Poner en práctica esta norma de cortesía vial evita, de nuevo, que el tráfico pueda ser entorpecido y permite que la movilidad sea mucho más fluida.

No es raro que a veces por descuido, por distracción o por simple desconocimiento de una norma o de cómo opera el tráfico en una zona determinada, se cometan imprudencias en el desplazamiento. ya sea como peatones o como usuarios de algún vehículo.

Cuando esto pasa, y se ve alguna persona afectada, siempre es necesario disculparse. “Si has cometido alguna imprudencia debes disculparte con la persona afectada de manera amable. Todos cometemos errores”, plantea el ingeniero formador de Autosura como otra de las recomendaciones para tener un tránsito sin complicaciones.

Los buenos modales y el respeto por las normas garantizan un mejor rodar.

EL COLOMBIANO / REVISTA TURBO

 

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