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¿Para que sirven los modos de conducción?

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Los carros modernos incorporaran sistemas y funcionalidades que cambian el estilo de manejo y de comportamiento de un vehículo. Foto: Freepik.es

Es bueno familiarizarse con los modos de manejo, que pueden hacer que el carro tenga “múltiples personalidades”.

Ya no es suficiente con tener un automóvil con los cambios automáticos o ubicados en el volante y con posibilidad de operarlos manualmente. Los carros modernos incorporaran sistemas y funcionalidades que cambian el estilo de manejo y de comportamiento de un vehículo. Con solo oprimir un botón podemos hacer que sea más económico en consumo o por el contrario, saque todo su poderío en vías donde se permita su uso intensivo.

Con miras a mejorar las experiencias de manejo, los fabricantes han instalado nuevas tecnologías que han hecho evolucionar la industria. Así se han convertido en modelos más seguros, con mayor conectividad y con una especie de “inteligencia” que los convierten en productos polivalentes en cuanto a conducción y sensaciones al manejarlos.

Electrónicamente se pueden controlar muchas de sus funciones, desde el motor o hacer que el carro tome decisiones que evitan riesgos o accidentes, como los sistemas de frenado autónomo o los controles de tracción o estabilidad, que actúan sin intervención humana. Incluso, ya se prueba que puedan “comunicarse” entre sí, vía wifi, para evitar congestión o colisiones.

El automóvil ha cambiado para mejorar la vida al conductor y a los pasajeros, y se dice que en un futuro, incluso todos a bordo serán ocupantes, pues los carros funcionarán con ordenes de voz desde la salida del estacionamiento, hasta que recojan a sus usuarios donde les digan, los lleven orientados por un sistema satelital y se conviertan en una cabina de primera clase, en la que se proyecten películas, música favorita o se aromatice el habitáculo mientras las personas se despreocupan de lo que sucede en la carretera.

Incluso, se habla de que el auto podrá volver solo a casa o acudir por sí mismo al taller para que lo mantengan al día.

Pero mientras este futuro, no tan halagüeño para quienes gustan de la conducción, llega, es bueno irse familiarizando con los sistemas actuales y modos de manejo, que pueden hacer que el carro tenga algo así como “múltiples personalidades” a la hora de conducirlos. Están ahí para aplicarlos, pero hay que saber cómo se usan para no desaprovecharlos.

MODO SPORT

Su finalidad es ofrecer toda la potencia disponible con la mayor inmediatez. Su uso es recomendado solo en autopistas y vías amplias y despejadas, porque al activarlo para una conducción más decidida y rápida la dirección se hace más dura y directa para brindar mayor seguridad en la maniobra.

El motor ofrece una respuesta mucho más inmediata y sonora cuando pisamos el acelerador y la caja de cambios estira más el momento de hacer los cambios con el fin de aprovechar la gama de revoluciones disponible. También puede usarse momentáneamente para hacer adelantamientos en carretera o cuando queremos ir rápido en zonas con muchas curvas.

No sobra indicar que el uso de este modo requiere atención permanente y cierta destreza para utilizarlo. También hay que aclarar que este no es un “turbo” para carros que no lleven la sobrealimentación, pues muchas personas lo confunden con este aditamento. O sea, no da una potencia extra, simplemente la entrega de manera distinta.

MODO ECO

Es el más apropiado cuando se circula en zonas urbanas y no se requiere el uso total de la potencia del vehículo. El sistema computarizado ajusta la gestión del motor y de sistemas periféricos como el aire acondicionado, ralentiza la respuesta del motor y suaviza la dirección para ofrecer condiciones que provoquen el menor gasto posible de gasolina.

Es recomendable para una conducción relajada como el día a día en ciudad. Hay modelos que tienen más de tres modos de manejo, incluso con modo “Race” (Carreras) o Sport + (Deportivo máximo) que, además, desconectan las ayudas electrónicas como el control de tracción o estabilidad, pero estos sistemas son para pilotos más avezados y solo recomendables en ambientes controlados como pistas y autódromos.

Son también privativos de autos de cierto nivel de exclusividad. La mayoría de vehículos generalistas tiene entre dos y tres modos de conducción. Los más comunes se llaman ECO, Normal o Comfort y Sport. Hay ocasiones en las que existe un modo personalizable para ajustar a conveniencia.

OTROS SISTEMAS

Hay posibilidad de utilizar, solidario con los modos de conducción anteriormente descritos, otras tecnologías modernas de asistencia a la conducción y que ya se están comenzando a ver como equipamiento de norma en los autos de gama media y superior.

Hablamos de aditamentos como el asistente dinámico para luces de carretera (High Beam Assist), que reduce automáticamente la intensidad de la luz cuando otro vehículo se acerca frente a nosotros; el sistema de detección de fatiga del conductor (Driver Attention Warning), que “lee” cuando dejamos de operar algún mando durante un tiempo prolongado y entonces intuye que estamos perdiendo reflejos o cansados y mediante una serie de alertas y vibraciones en el volante recomienda detenerse para recuperar fuerzas. El sistema de asistencia de mantenimiento de carril (Lane Keeping Assist) detecta cuando se invade el carril contrario en maniobras ajenas a un adelantamiento y automáticamente “encausa” el carro nuevamente en la vía. También está la advertencia de colisión frontal (Forward Collision-Avoidance Assist).

Una novedad en modelo más exclusivos es el asistente para seguimiento de carril con tráfico intenso (Lane Following Assist), un sistema de conducción autónoma de nivel 2, capaz de controlar el acelerador, los frenos y la dirección en función de los vehículos que circulan delante para mantener el carro en el carril y a una distancia segura del automóvil que precede.

Esta función es especialmente cómoda cuando se encuentra en las ya tradicionales congestiones de la ciudad, pues el carro arranca y frena de manera autónoma, según el movimiento del que precede. Lamentablemente esta tecnología aun no está muy difundida en modelos de gama media y baja.

Hay modelos que tienen más de tres modos de manejo, incluso con modo “Race” (Carreras) o Sport + (Deportivo máximo) que, además, desconectan las ayudas electrónicas como el control de tracción o estabilidad, pero estos sistemas son para pilotos más avezados y solo recomendables en ambientes controlados como pistas y autódromos. Son también privativos de autos de cierto nivel de exclusividad. La mayoría de vehículos generalistas tiene entre dos y tres modos de conducción. Los más comunes se llaman ECO, Normal o Comfort y Sport. Hay ocasiones en las que existe un modo personalizable para ajustar todo a sus necesidades.

¿DÓNDE ESTÁN UBICADOS?

En la mayoría de carros que traen estos modos de manejo, se encuentran en diferentes botones en la consola central o mediante un mando giratorio. También es posible operarlos desde la pantalla de “infoentretenimiento” o en el computador abordo en el apartado de “Configuración”. Aquí se entra al menú que afecta y modifica parámetros como la dureza de la dirección, la inmediatez en la respuesta del motor al acelerador, la manera como la caja hace los cambios según las revoluciones y hasta la altura o rigidez de la suspensión en los sistemas más avanzados.

Hay modelos que tienen más de tres modos de manejo, incluso con modo “Race” (Carreras) o Sport + (Deportivo máximo) que, además, desconectan las ayudas electrónicas como el control de tracción o estabilidad, pero estos sistemas son para pilotos más avezados y solo recomendables en ambientes controlados como pistas y autódromos. Son también privativos de autos de cierto nivel de exclusividad. La mayoría de vehículos generalistas tiene entre dos y tres modos de conducción. Los más comunes se llaman ECO, Normal o Comfort y Sport. Hay ocasiones en las que existe un modo personalizable para ajustar a nuestra conveniencia.

REVISTA TURBO / EL COLOMBIANO

 

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