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MECÁNICA

Tips para alargar la vida del embrague

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El sistema de embrague o clutch, como también es conocido, se compone de varias piezas que trabajan solidarias cuando se oprime el pedal para hacer los cambios de velocidad.

El sistema de embrague o clutch, como también es conocido, se compone de varias piezas que trabajan solidarias cuando se oprime el pedal para hacer los cambios de velocidad.

Hay unos que dicen adiós a los 5.000 kilómetros, otros duran más de 150.000. Todo depende del estilo de manejo. El embrague es ese sistema que permite acoplar o desconectar a voluntad del conductor la transmisión de la energía producida por el motor mediante el torque hacia las ruedas de tracción: delanteras, traseras o a las cuatro.

El sistema de embrague o clutch, como también es conocido, se compone de varias piezas que trabajan solidarias cuando se oprime el pedal para hacer los cambios de velocidad, entre ellas están: el volante, el disco de fricción, la prensa y la balinera.

Según la marca y el modelo su sustitución es costosa, pues su intervención se lleva buen tiempo por la dificultad que implica desmontar y acomodar las nuevas piezas. Estas tarifas pueden pasar fácilmente el millón y medio de pesos en talleres reconocidos y concesionarios. Por ser piezas de desgaste no están cubiertas por la garantía del carro y, además, cuando el mecanismo falla totalmente, es imposible mover el vehículo por sí mismo porque no se pueden hacer los cambios y hay que sumarle muchas veces el transporte en grúa al taller.

¿Llegó al final?

Por ejemplo, a los 30.000 kilómetros de recorrido ya se han hecho unos 200.000 cambios de velocidad, lo que indica la carga de trabajo al que es sometido este conjunto de piezas. Después de este tiempo, una alarma inequívoca de que algo no está bien con el mecanismo ocurre cuando se acelera, pero el auto no se mueve en la misma proporción, es decir, no gana velocidad pese a que se aplica buena presión sobre el pedal.

Aquí es cuando el embrague comienza a patinar, fruto del desgaste, y no transmite la suficiente fuerza del motor a las ruedas. Este síntoma se nota de manera marcada en situaciones como adelantamientos o arranques en subida.

¿Cómo mantener entonces la vida del embrague? Es posible conseguir que el embrague pase incluso de los 100.000 kilómetros si se cambian las malas prácticas. Siga estos consejos.

Acelere suavemente 

Esto evita el patinado del embrague. Soltar el pedal de manera progresiva y mantener un rango de vueltas hasta las 1.500 revoluciones en la maniobra de arranque hace que el mecanismo trabaje mejor y sin esfuerzos extra. Si el arranque es en loma, puede ayudarse con el freno de mano para evitar que el auto se ruede mientras el sistema se acopla.

Frene usando poco el clutch

No es necesario embragar inmediatamente se inicia la maniobra de frenado, solo cuando las revoluciones bajan a menos de 1.000 vueltas se puede oprimir el pedal para activar el sistema e impedir que el motor se apague. También, en maniobras de rodaje lento, como un estacionamiento, lo ideal es dejar que el carro ruede en el cambio mínimo (primera) o reversa sin oprimir el pedal de embrague. Así siempre estará bajo nuestro control y no estaremos forzando el conjunto. 

El pedal no es un reposapiés

Este es un hábito muy difundido en gran número de conductores, que mantienen el pie izquierdo sobre el pedal aun cuando no necesiten embragar. Solo con descargar el peso de la extremidad sobre el mando, el sistema se activa, lo cual produce un desgaste y recalentamiento innecesario en las piezas, acortando dramáticamente su vida útil. Por esta conducta es que embragues que deberían durar 80.000 o 100.000 kilómetros se acaban a los 20.000 o antes en el peor de los casos. En conclusión, el pie izquierdo debe ir apoyado en el piso o en el reposapiés en los vehículos que lo traen, precisamente, al lado del pedal. 

Para hacer los cambios, pedal a fondo 

Es muy común que la caja de velocidades “rasque” al pasar las relaciones de cambio porque no oprimimos suficientemente el pedal. La recomendación es llevarlo hasta el fondo de su recorrido para evitar que las piezas choquen y las marchas entren forzadamente, produciendo el ruido característico y molesto, que además es motivo de algunas burlas porque denota un conductor inexperto al volante. Una de las claves para saber si nuestro asiento está bien regulado es que el pie pueda llegar con el pedal al fondo.

Deténgase siempre en neutro

Cada vez que se detenga en un semáforo, en los trancones o para esperar y/o recoger a alguien, lo más aconsejable es llevar la palanca de cambios al punto muerto o neutra. Así no se le causa estrés al sistema, no se desgasta el cojinete que empuja el diafragma y las piezas se mantienen a una temperatura de trabajo normal.

Revista Turbo / El Colombiano

 

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